Organizaciones Saludables y Sustentables:

Gestión Emocional como elemento clave

Por Patricia Von Freeden (Socio-Consultor ImpulSSO SpA)

DESAFÍO

El mundo en el que vivimos está en constante cambio y evolución, lo que ha quedado en evidencia durante y tras la crisis sanitaria mundial recientemente enfrentada. Junto con ello, la irrupción de la tecnología está transformando el mundo del trabajo y las organizaciones, y con ello sus necesidades. El surgimiento de nuevas demandas de innovación y aprendizaje, requiere de fortalecer competencias a nivel individual y organizacional, tanto cognitivas y muy especialmente emocionales, para adaptarse a cambios, nuevos escenarios y desafíos en pos del bienestar y calidad de vida laboral, y así proyectarse como una empresa saludable y sustentable en el tiempo. 

Para un importante servicio público de nuestro país, al verse expuesto a un cambio interno significativo que genera tensión, incertidumbre y resistencia entre los miembros del equipo, saber cómo gestionar las emociones en beneficio de cada una de las personas y los objetivos que se tienen en conjunto como equipo y organización, ha sido clave para reestablecer un espacio laboral saludable, de confianza y que rehumaniza la gestión organizacional. 



ROL DEL LIDERAZGO EN LA GESTIÓN EMOCIONAL EN LA ORGANIZACIÓN

Desde las Neurociencias aplicadas al liderazgo, se tiene presente que las emociones de los trabajadores son diferentes y por lo tanto sus respuestas y acciones ante situaciones laborales similares no son iguales, de ahí la relevancia de entender las necesidades de los colaboradores, qué moviliza sus decisiones y conductas, buscando potenciar sus competencias y recursos personales, para así mantenerlos motivados.


Como ImpulSSO nos motiva compartir conocimiento, por ello les brindamos estrategias de gestión emocional desde el liderazgo orientadas a reestablecer la confianza y colaboración al interior del equipo de trabajo al enfrentar una crisis o cambio significativo:

· Capacidad de escucha y observación: realizando preguntas sin sesgos y/o prejuicios respecto del actuar del colaborador.

· Empatía, que le permita tomar en cuenta la perspectiva del trabajador para entender sus necesidades y el estado emocional.

· Entregar retroalimentación en términos positivos y constructivos, basados en la búsqueda de optimizar el desarrollo de la tarea y/o proceso o resolución de una situación, lo que se orienta a potenciar las habilidades y compromiso de los colaboradores.

· Fortalecer espacios de confianza y sentido de pertenencia.

· Actuar en consecuencia (discurso vs. acciones).



BENEFICIOS DE LA GESTIÓN EMOCIONAL EN LA ORGANIZACIÓN


Finalmente, queremos compartirles los principales impactos que constatamos al intervenir en gestión emocional durante una de nuestras experiencias en el servicio público:


           · Incide de manera positiva en el desempeño de los colaboradores: compromiso, trabajo coordinado entre pares, complementariedad en habilidades, alcance de metas grupales (todas características que previamente se vieron trastocadas y que percibían como imposible de alcanzar con el clima laboral que vivían).

           · Aporta al proceso de toma de decisiones del liderazgo, permitiéndole reconocer en qué estado emocional se encuentra el colaborador, el equipo, los clientes y este contexto le permite ganar claridad: conocerse y conocer al equipo (mediante mapas, utilizamos herramientas como Value Drivers y método SCOPE) permite agilizar decisiones y focalizar actividades en quienes tienen las habilidades y motivaciones en completar la tarea asignada.

           · Fortalece la motivación y el engagement de los colaboradores, favoreciendo la retención de talentos para la organización: alcanzar desafíos comunes, aumenta la percepción de valía de la persona, aumenta compromiso y fortalece su toma de decisiones futuras.

           · Permite tener presente el entorno de una manera más integral, facilitando la relación con otros y la creación de un clima agradable en el ambiente de trabajo: conocer las habilidades, motivadores y conductas que son apreciadas por las personas del equipo, favorece un relacionamiento sano, focalizado en tareas y complementariedades.

· Previene el desgaste profesional (burnout) y el estrés patológico en las personas, disminuyendo el ausentismo derivado de enfermedades profesionales: en nuestra experiencia con equipos que han pasado por escenarios de alto desgaste, herramientas que buscan fortalecer el conocimiento personal y del equipo, permiten tomar decisiones preventivas sobre las cargas laborales, el adecuado uso de habilidades v/s tareas y desarrollar un ambiente colaborativo (e igual de competente).

           · Fortalece el bienestar y calidad de vida laboral: sin duda el centro de los desafíos organizacionales modernos, es asegurar la sustentabilidad dentro de un marco de desarrollo (por ejemplo los desafíos 2030 de ONU), en los cuales el bienestar parte por reconocer el capital humano como el centro de nuestra sustentabilidad futura, por ello la importancia de generar bienestar y desarrollo de los mismos.

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